Ovni cigar - Imperfecto

“Soledad mexicana”, de Jack Kerouac


Soy un extraño sin felicidad
caminando las calles de México,
recordando…
Mis amigos se han muerto,
mis amantes desaparecieron,
mis putas fueron proscritas,
mi cama apedreada
y sacudida por los terremotos

y no tengo hierba santa para volar
a la luz de las velas y soñar
con humo de autobuses…


Sólo eso, tormentas de polvo, y las mucamas
que me espían a través de un agujero
ahí en la puerta,

taladrado secretamente para observar
las almohadas con que hacen el amor los masturbadores.


Yo soy la gárgola de Nuestra Señora,
soñando en el espacio
sueños grises y brumosos.
Mi rostro apunta a Napoleón,
no tengo forma.


La libreta en la que anoto las direcciones postales
está plagada de "Que en paz descanse".

No creo en el valor del vacío,
me siento cómodo sin honor.

Mi único amigo es un viejo marica
que no posee una máquina de escribir.
Que, si fuera mi amigo,
Intentaría sodomizarme.

Queda algo de mayonesa,
una no deseada botella de aceite,
campesinos lavando el tragaluz;
un loco con quien comparto el mismo cielorraso
hace gárgaras en el baño contiguo
unas cien veces por día.


Si me emborracho tengo sed,
si camino mi pie se rompe,
si sonrío mi máscara es una farsa,
si lloro sólo soy un niño,
si recuerdo miento,
si escribo, ya todo fue escrito,
si muero, la muerte llega a su fin,

si vivo, la muerte recién comienza,
si espero, la espera es más prolongada,
si parto, la partida ya no existe,
si me duermo la dicha suprema es pesada,
la dicha pesa sobre mis párpados;
si voy a cines baratos me comen las chinches.
No tengo dinero para cines lujosos

Debes decirme ya

Debes decirme ya

Patear un cuerpo sin alma, sin sonido, sin palabra.
Envolver miles de lenguas en una sabana blanca y quemarla sorpresivamente.
Punzar un musculo hinchado y verlo sangrar muy lento.
Abrir una boca, más de lo que permitan los huesos. Todo crujirá y veré unos ojos sollozos.
No quiero vivir en tu sucio mundo, me asquea. Debes decirme ya mismo que no me quieres.
Entonces seguiré paseando con mis horribles andrajos, así ven como me torturas hora tras hora.
Las piedras caen sobre la cabeza y los restos de mi ser no aparecen en ningún espejo.
Se que me deseas la muerte, pero vas a verme renaciendo y desfallecer sobre tu cuerpo.
El alimento se desperdicia, se pudre en las alacenas de oro. Voy a preguntarte solo una vez más. ¿ Cuando vas a odiarme mas intensamente? Porque el tiempo se acaba y no voy a llegar
para ver los huesos volverse color negro.


Texto A Aguirre

Ojos atrapados

Ojos atrapados

El universo quiere apagarse en mi cara, quiere olvidarse de mi y que muera de sed.
Soy demasiado o muy poco, intenso o endeble, suave o bestial.
Si digo adiós deseo volver al minuto. No puedo dejar de adorar la preciosa verdad
de tu existencia.
No dejes que muera en tus labios mi nombre. No dejes que duerma la sonrisa
que se enciende al verte.
Abandóname después de amarme aunque sea un dia, una hora, un segundo.
Que yo atesorare ese regalo tan preciado.
Estoy esperando que llegues y mis ojos siguen atrapados .
Cuando mi voz se calle será el momento .
Será mi vida. Mi despedida.
El invierno no me abriga, no acompaña amablemente.
Me consumo y quisiera que fueras la culpable.
Los remolinos tibios pasan cerca, pero nunca me arrastran hacia sus entrañas.
Me abrazaría a tu pecho y dejaría que mi corazón se derrita con tu cercanía.
Cuando tu alma escondida se asome estaré esperando con mis ojos siempre atrapados.
Y será mi vida, mi despedida.

Texto e imagen

A.Aguirre

Garzas blancas

Garzas blancas

El espejo esta oscuro y mudo para siempre.
No acierta la imagen que desea poner en su interior.
El rio esta turbio y no habla mas.
No responde a todos sus efímeros y traicioneros visitantes.
Nada perdemos, nada oiremos, nada leeremos después del abominable sueño perseguidor.
Nada ganaremos, nada diremos, nada escribiremos después de ver tu triste sonrisa.
Las caricias borran mi cara. Yo no presiento el inminente deceso. Es que las garzas
blancas no tienen mas adonde ir .
El rio turbio, las calles violentas, la imagen que el espejo no logra poner en su interior me llenan de miedo, me dejan estático. Ahora solo pretendo ser alguien fuera de mi cuerpo.
Me gustaría tanto caminar hasta tu casa y despedirme del barrio a lo lejos. No debería tener temor, pero se que estas lejos y nada logra sanarme secretamente.
Ya no sirven los besos maternales, los abrazos de un hermano, las palabras de un amigo. Nada logra sanarme secretamente, solo si tu amor viniera a mí alocadamente.


Texto e imagen: A Aguirre

Lo jamás deseado

Lo jamás deseado

Cuando ella respira inhala mi alma temerosa…
Verla así como divina estrella, lejana, pero tan brillante.
Estoy huyendo de las pesadas lágrimas que no dejan vislumbrarte.
Estoy pisando las cabezas de los que no me dejan gozarte.

Mis pensamientos se queman instantáneamente cuando se pierden en
tus encantadores laberintos.
Mis sentimientos buscan descomponerse cual fruta madura jamás probada.
Tu perfume, tu silencio, tus sonidos. Los extraño aunque no te he tenido.
Tus sabores, tus deseos, tus secretos. Los añoro aunque ya no vivo.
Retumba el ruido más dulce en mi oído. Se calla el temblor más sonoro.
Se aviva el dolor olvidado. Logro alcanzar lo jamás deseado aunque no te he tenido.




Texto imagen: A. Aguiree

El temor de las noches

El temor de las noches

El sol se niega a iluminar y las brisas nos esquivan con sus
violentos roces.
El horizonte siempre se aleja y el mar se resume cuando decidimos surcarlo.
El frio nocturno, el calor del día, el temor de las noches claras y lo eterno de las mañanas
aburridas.
Ninguno de esos ambientes logran abrigar nuestros sueños.
Con un beso intento escurrirme dentro tuyo. No puedo conseguirlo. Solo logro quedarme
inútilmente vacio.
Una bestia se acerca con un calor agobiante , abriendo su boca deglutiendo las cosas mas cercanas. Los niños palpan su piel con la rareza que sienten al ver la novedad acechante.
Una suavidad eterna se posa a mi lado, me abandona al instante en que encuentro a los
infantes desmembrados por la fuerza de la cruel enormidad.

Texto e imagen A.Aguirre

Una huella

Una huella

Despertando entre los pedazos de la vida.
Sonriendo ante el naufragio de un pobre velero.
Las caras pálidas del frio que pega horriblemente.
Una huella que se borra sin importarle a nadie.
Miro hacia el muro de los lamentos y solo veo eso.
Observo que el mundo se cae sobre ellos, los que sin
quejarse lo aceptan.
Una manos alejadas. Las mentes en aislamiento y el perro
que ladra desesperado.
Ofrezco mi cuerpo y nadie lo recibe.
El amor es un adorno para los perversos.

Introduzco mis dedos en una bolsa negra.
El olor me asquea, pero la curiosidad me mata.
Debería encontrarte algún día y decirte
todo. Estas hojas que intento juntar
del piso son mas dócil que tu alma ciega.
Hacerlas polvo es la metáfora de un desamor.

El silencio ya no me aturde. Las palabras
ya no me ayudan y los sentimientos
se van enterrando de a poco mientras
pasan los años.
Soy tan patético como un Dios cuando se descubre su codicia.

Imagen y texto A.Aguirre