jueves, 16 de septiembre de 2010

Ya no quiero volver




Ya no quiero volver

Mis venas se abren con placer a la luz del sol.
Tus caricias que se hacen desear apuran el recorrido de mi sangre.
Nada es suficiente nunca, si te amo no sirve de nada.
Acaricia otra vez la soledad de mi alma, dame seguridad
aunque sea de desprecio, deja que yo beba de tu prometida sonrisa.
El frio de la noche duele hasta los huesos, y tus palabras que tienen la brutalidad
de una cruel bestia no reconfortan el cansancio del sueño frustrado.
Unas flores flotan en la laguna de los ángeles desnudos.
Esas aguas extrañas me llaman tiernamente como una vez lo hizo
tu corazón prometedor.
El cazador busca su rumbo hacia la presa, el alimento se
descompone en la bandeja dorada, y el hambriento siente el ardor
de su desesperación en la melancolía del encierro. Sus uñas
se quiebran en pedazos de cavar en la tierra buscando su libertad, esperando
que vuelvas a buscarlo con esa desesperanza que sienten los animales
al dirigirse hacia el matadero.
Las sombras hacen que vuelva el frio, nadie quiere abrazar sin conseguir algo a cambio.
Los egos del amado son demasiado crueles , incapaces de curar una herida,
impotentes ante el pedido de piedad. Se desprenden bruscamente de su insignificante
carga , casi como un parasito que no los dejaba ser.
Es imposible volver . ya no quiero sentir el ahogo del desprecio.

A Aguirre