lunes, 24 de noviembre de 2008

Semana de amor y desamor




Escupir en la cara del que me ha dañado, es como
sentir la luz que sale de mí ser.
¿Valen más los desprecios que soportó
mi corazón o me conformare con ese te
quiero tan fugaz, que no sentí falaz?.
Fatalidad de los muertos vivientes, engendros
diletantes que añoran la vitalidad de un día soleado.
Extrañan las voces de sus padres, cuando cariñosamente
sanaban sus pesares, sin compromiso, solo porque los amaban
sinceramente.
Ellos dicen que alguna vez, hubo alguien interesado en el dolor
de sus músculos, en complacerlos, en atenderlos. Y yo, verdaderamente
los envidio.


Volveré a nacer algún día? Así merezco este amor que no consigo,
que no soy capaz.
Tendré la oportunidad de abrazarte como yo deseo? Como desea el
desierto a la lluvia, como anhelan estos ojos a la inocente belleza tuya,
como ansia dios una compañía.
La música mitiga esta desolada noche. Triste así la preferí, me hace re-
cordar la imagen de tu rostro perfecto y soñado.
Por estas palabras que me rebalsan, sino logro volcarlas, la madrugada
caerá sobre mi con su seductora oscuridad y me recordara que te amo.

Te encontrare algún día? Mientras te necesito, solo puedo mirar
los insectos como mueren mientras te extraño, mi espalda cruje
y mi espina dorsal se debilita como el amor que sentís por mí.
Se acabara este sentimiento horrible? El que sienten los demonios
solitarios, que me invitan por las noches a sentarme junto a ellos.
Las voces sordas solo me piden que te ame, no escuchan mis lamentos.
Experimentan con mi dolor, me gritan en la cara su felicidad, susurran
sobre lo que nunca voy a ser.


Ah calor anhelado. El dice que te ama, pero yo ni siquiera puedo emitir
palabra.
¿estaré condenado a ser esto? A viajar imaginariamente a un lugar
donde el amor alimente nuestros estómagos.
La confusión es costumbre y yo estoy tan perturbado.
Debería ser ahora el momento, si, en este instante, comenzare a
sufrir tanto como pueda.
El borde del mueble, ese que tanto miro, no se atreve a lastimarme,
se apiada. Si doy el aviso de bienestar, se apuran con saña y arremeten
alegres contra mí.
Ah calor anhelado, amor, sentimiento imperfecto.
Cuando la vida tortura a sus victimas el mundo funciona, funciona
mejor que sin caricias.
Las manos ásperas lastiman mi carne amorosamente, debería disfrutarlo,
soy el fantasma sin idioma.

Comenzare a quemar todos mis libros. Mi placer se destruirá
a través de mi alma. El cuerpo se sacude sin motivo, parece
sufrir los deseos de los que no me aman.
Secretos, lastre inútil, herida infectada. Pienso lo que pude balbucear,
no surtió efecto, mi agresividad fue demasiado suave.
Las arañas atacan sigilosas, sus múltiples ojos no son suficientes.
La realidad logra su cometido.

Golpear al mas débil, es lo hermoso de la crueldad sin sentido.
Mi fragilidad lo embellece.
Yo quisiera ser aquel que soporta los mazazos certeros, quisiera
ser valiente, quisiera ser otro.
Este alma y cuerpo mío ya no aguantan la enfermedad que corroe
esta vida mía.
Debería ser suficiente la ceguera, debería ser suficiente la sordera.
Ni ver ni escuchar, solo me queda sentir. Es todo lo que quiero, condenarme al desagradable sentimiento de la desdicha, la falsedad del cariño y el fracaso del amor.
Quisiera ser otro. Ese que recoja tus besos enviados quien sabe a quien.
Deseo que esta vida deje de ser una constante ilusión.
Que llegue el viento con su rudeza fresca , que me abrace con sus brazos sutiles y me
proteja como nadie lo hizo jamás . El se marchara y me dejara con la calma
que se siente antes de fallecer. Ahora la estoy viendo llegar, me acoge
con sus suaves manos que son cual tizas deshaciéndose.
Quisiera ser otro. Ese que te ame mas que a su vida o el que tenga la
libertad soñada.
Quisiera que alguien llore por mi alguna vez. Porque estoy seguro
que nunca nadie lo ha hecho.
Mi realidad es cruel, pero mas lo es dios que no me escucha cuando
falsamente le pido por tu amor. Es que si seria por mi, declinaría mi
no fe ,le rogaría servilmente para que estés a mi lado.
El amor es libertad dicen pero yo quiero ser tu esclavo.
Me desangrare en los campos mas verdes y hermosos, entre la
hierva y las ortigas venenosas que laceran esta piel jamás deseada por vos.
No me duele el sufrimiento, sino ese falso amor que irradias. ¿ por que
solo aman a los mas libres? Mientras yo sigo aquí , bajo la tierra,
soñando con ese único instante.
Ese silencio tuyo maltrata mi corazón que te entregue esa
mágica noche. Espero una mueca, un gesto, un pequeño suspiro
que se pierde dentro de mi ser angustiado.
Que desdichado soy. Porque te amo peligrosamente. Esta vida
mía no soporta el desamor. Necesito todo el tiempo ese atisbo
de cariño, de dulzura, de calidez, que yo atesoro cada vez que logras
aceptarme tibiamente.
Estoy navegando este mar de angustia con la barca mas precaria
que pude conseguir . ¿desearas salvarme sinceramente o seguiré
esperando solitariamente como lo hago a cada instante?

Oh dulce niña mía
Oh dulce amor mío

Anoche llovió y tal vez hayamos escuchado al mismo tiempo
las gotas caer sobre la tierra seca.
Sigo con esa esperanza ciega de que comportamos la experiencia
del atardecer sombrío.
Volcare todo este llanto contenido, inundara el cuerpo tuyo para
transmitir como añoro los días en que te conformabas con un solo
te amo, verdadero, desde el fondo de mi alma.
Cuando logres entender esta débil catarsis mía, te volverá la belleza,
esa que retengo celosamente en mis retinas.
Y así sigo, con esa esperanza ciega de que comportamos la experiencia
del atardecer sombrío, que intenta eliminarme de las penumbras donde
te ocultas tan bien.
Seré como el mármol herido, donde las manos del escultor se equivocaron,
deshechable, prescindente, ya inútil para tu vida.