martes, 31 de mayo de 2016

Las máquinas están cansadas, lloran sin ser acariciadas. A la orilla de un río, donde los muertos van y vienen, y los perros beben el agua y se bañan con la noche amarga. Las máquinas no tienen corazón, sí tienen piedad. Soportan el desprecio que le damos a su angustia tísica. Y le crecen adentro cuerpos vacíos de melodías, de intemperie, vacíos de razones para ser penumbra, para ser jazmines esclavos. Ser criaturas, ahogadas con el vaho del amor que nos tiene la muerte.////// A.A

Poema

Luchamos para no morir y después sufrir la eternidad del paraíso. Las moscas que rodean todo, la nausea, el placer de no sentirla. Somos pasado, somos muerte a cada instante, muerte eyaculando angustia. Miramos lo desvanecido, las cenizas engendrando murciélagos, alimentando sus hijos con diademas negras. Sufren la eternidad del paraíso, por siempre, heridos //////// A.A

POEMA

Olor a feto. Morfina sexual. Dulce poesía de la decadencia. Olvidar/Es llevar una caja negra adentro del cuerpo ////// A.A