sábado, 18 de febrero de 2012

El pan de tu mano

El pan de tu mano
``procuro cansarme, llegar a la noche apenas sin vida``

Porque llevo las largas horas escribiendo en tu espalda imaginaria.
Porque espero que el perdón llegue con un canto de sirena seductor.
Haces que al fin se vuelva el oro agua con tu mirada frágil y amenazante.
Haces que algún tesoro brote de arenas secas y olvidadas por la lluvia amiga.
Sueño con el momento en que los gorriones coman el pan de tu mano.
Espero que tu vestido se enriende con las hierbas salvajes del pastizal.
No dejemos partir el silencio acumulado en tristezas en medio del pecho
porque después hacen más daño.
Aquí estamos, las marionetas de tu amor y mi congoja acompañándome fielmente.
Aquí vivimos, los muertos esperando tu alimento y tu visita mitigante.
Leo un poema de Rimbaud y recuerdo tus de seda como se deslizaban sobre mi piel.
Una sola lagrima, la única que vuelco en días, con ella pagué por estas palabras, la
que deseé que cayera y se pierda en el olvido que es mentira.
Las respuestas no son piedras que duelen, son el algodón cuando satisfacen.
Una noche termina sufriendo y el día comienza alegre sin darse cuenta de nada.
Y te darás cuenta de cuanta angustia puedo soportar?
Las flores jamás se secan en mi corazón, pero él se seca sin las flores.
Azota mi cuerpo viento con la verdad, no me des tregua que mis movimientos
son débiles y estoy entregado. Y el alba no llega para ayudar. Nada termina.
Ni las tinieblas, ni siquiera ellas hacen el mal.
El pulmón se retuerce mientras recuerdo como dormías serenamente.
Yo florecía en esos días y mi alma caminaba sola sin mi ayuda.
Mi anhelo, mi triste esperanza, mi solitaria ilusión.
La amargura jamás llegara a tus besos, porque no se olvidan.
Nada se olvida, esa calidez de tus brazos me acompañan cuando el día
duele, cuando todo es ruinas, cuando mi carne es más carne.
Que no te aleje mi tristeza, porque un día estaré feliz.
Y el abandono se irá de una vez.

A Aguirre

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