sábado, 23 de octubre de 2010

Alma




Alma
Un murciélago mudo me habla en esta noche fría de verano.
Una serpiente se enrosca en mi brazo y me presiona con la
delicadeza de un beso.
Mi labio sangra hasta quedar seco, mi cerebro late y no responde
a ningún impulso. Mis deshechos fermentan en una bolsa hace semanas.
Estas heridas que tengo no terminan de curar.
Soy un alma sin luz, soy carne de color negro, una piedra blanda.
¡Soy un cuerpo inerte! Volver al útero, mi antigua casa, es lo que anhelo.

A Aguirre

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