miércoles, 5 de noviembre de 2014
POEMA
Placer de aplastar con los dedos
las alas de la mariposa
susurrando el sonido
blando de la lluvia.
Placer de cerrarle
la ventana a un hombre ciego
para que no mire
como llora la muerte de remordimiento.
Y que no presienta
los ojos resecos
cuando el rio pasa
lejos de los cuerpos.
Los huesos se quiebran distraídos
en una convulsión de árbol renaciente
vibra fermentando
la espina dorsal.
Silencio de terciopelo azul
arde el corazón
No llegaste en abril
Te fuiste muriendo en el camino.
/////////////A.A
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