Tu aroma es el perfume
Me voy en una violenta correntada que ahoga mis gritos.
Un llanto que baña y enfría los miembros anulándolos.
Los días pasan torturando como eficientes verdugos y las noches
atormentan aun más perversamente.
Me corroe la necesidad de que veas mis palabras como antes,
aunque ya no hagan mella en tu sentir.
Cuando logro recordarte mi corazón se detiene y vuelve a reaccionar
un poco más enfermo.
Siento que me extingo, que no me importa nada, que ni el hambre me conmueve.
Siento que el tiempo me mata, me pisotea y soy un cobarde que no te dice cuanto
te necesito.
Oscuro, color verde que amo, vacio y más o menos asqueado.
Me despierto sintiéndote y cuando veo tu ausencia me duermo cansado de llorarte,
y curas mi insomnio. Aun así veo mis hijos en tus ojos antes de mi fallecer.
Tu aroma es el perfume perfecto, lo rememoro a cada instante y lo añoro.
Tu luz, esa luz que emanas es la vida, la mía y la de mi ser que se muere sin tu cercanía.
Un paso tuyo es un deseo mío. Una palabra una alegría, una mirada es una congoja que
ahuyentas.
Mi boca se pudre extrañándote y no te olvida, prefiere morirse lo presiento.
Estoy ciego sin verte, oscuro, color verde que no veo y amo igualmente.
No te quedes con nada, porque soy tuyo hasta en la despedida.
A Aguirre
No hay comentarios:
Publicar un comentario